El chaqué o morning coat es una de las prendas más distinguidas del vestuario masculino, y la más adecuada para la ceremonia formal de día, que se entiende por la celebrada antes de las 6 de la tarde o con luz solar. La prenda de ceremonia de tarde es el frac aunque está desaconsejado para bodas, salvo en eventos muy tardíos. El smoking, a pesar de usarse en algunos países, es una prenda de fiesta y no procede para ceremonia.

Hubo un tiempo (a mediados del siglo XIX) en que el chaqué era una prenda de calle y su diseño era ligeramente diferente al actual, dado que estaba pensado para la monta a caballo buscando que los faldones no incomodaran al jinete cuando tenía los pies en los estribos.

Actualmente debe ser negro, o gris oscuro de un solo botón para abrochar y con solapas de pico. En verano se admite el gris medio aunque el color idóneo siegue siendo el negro. Existe incluso una antigua regla de etiqueta que indica que sólo el novio y los vizcondes pueden ir de gris debiendo el resto acudir de negro.

Tradicionalmente el Chaleco era gris perla, beige muy claro, o del mismo color que la casaca en cuyo caso se cosen unos vivos de piqué en el escote, los cuales en verano pueden ser blancos. Actualmente se admiten chalecos de color. El corte puede ser de una fila o cruzado. Este último, de 6 botones y bajo recto, luce mejor.

El pantalón debe ser rayado de corte, con pliegue y nunca con vueltas o bajos. Excepcionalmente cuando elijas el chaqué gris medio, el pantalón será del mismo color que la casaca y del chaleco. Se viste preferentemente con tirantes, sin trabillas de cinturón.

Se lleva con una flor en la solapa y pañuelo de hilo o de lino blanco. La chistera que tradicionalmente es de seda o pelo brillante está en desuso pues obliga en exceso a testigos e invitados, y es preferible reservarla para eventos más lúdicos como las carreras de Ascot. Lo mismo ocurre con los guantes. El calzado debe ser negro, en tafilete o boxcalf fino y de cierre de cordón.

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